jueves, 20 de mayo de 2010

Madres burócratas



A muchas madres burócratas les adelantaron el regalo desde hace días: el despido de su trabajo en el gobierno de Andrés Granier el Químico y el ofrecimiento de una miserable cantidad económica como finiquito.
Bofetada o patada recibieron del gobierno en el que fincaron su esperanza y salió “puque”, dicen con el dolor de perderlo todo.
Tenían varios años en la burocracia. Toda la dinámica de su vida, con las esperanzas de mejora incluida, giraba en torno a su trabajo en el gobierno. Muchas de ellas en las dependencias que, como magos, desaparecen y otras más en las distintas dependencias como Secretaría de Educación, Salud, Finanzas, Turismo, Economía, Cultura, Injudet, etc.
Los titulares de las dependencias no les dan la cara. Les quitan la tarjeta donde checaban sus entradas y salidas y les dicen que vayan con el jurídico. Este, con solemnidad, les informa: “es su última quincena y acepten la generosa liquidación de 20 mil pesos”.  A esto que rimbombante  llaman reingeniería de recursos humanos, contempla echar a la calle a un significativo número de empleados.
Se veía venir desde el inicio. La irresponsabilidad administrativa era evidente. Estaban los gastos superfluos y el saqueo a la vista de todos: remodelación innecesaria de parques y jardines, viajes a Europa y estados Unidos, exorbitantes bonos de fatiga laboral, jugosos sobresueldos, rifas ocurrentes de carros a educadoras y enfermeras, viajes familiares en el “favión” de gobierno, regalo de bicicletas, la construcción de la plaza bicentenario, y -sin olvidar- las multimillonarias cantidades que se utilizaron para la compra de votos.
Saqueo a todas luces. Cínicos, nunca lo ocultaron. Un botón de muestra: a finales de noviembre del 2007 detuvieron una avioneta en Mérida originaria de Villahermosa y le incautaron 8 millones de pesos. Desplegada la noticia se supo extraoficialmente que el detenido de apellidos Medina Sonda era socio y presunto prestanombre de Sáiz Pineda, el secretario de finanzas de Granier.  Lo demás fue silencio.
Otro botón: los fondos de pensiones y jubilaciones, así como los de ahorro y préstamos  de los trabajadores al servicio del gobierno  del estado los desaparecieron. El dinero fue desviado hacia cuentas particulares o hacia la compra de las distintas elecciones.
Así desfilaron en el saqueo y la incompetencia los primeros tres años de Granier, el cínico, hasta llegar a una situación insostenible. Quebradas las finanzas locales, con responsables delincuenciales, no les queda de otra más que lanzar a la calle  a madres y padres de familias.
Por eso ahora el regalito a las madres burócratas en su día: el despido y lanzadas a buscar su futuro y el de sus hijos en el caos del temor y  la incertidumbre. Desde esta columna le mandan las gracias!! al cínico Químico con el puño cerrado y un silbidito.  


Para La Verdad del Sureste
Villa Ocuiltzapotlán, Centro, Tab; a 10 de mayo de 2010.

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