Ahora que se habla de alianzas políticas en todos los noticieros, en los periódicos y en las pláticas familiares y centros de trabajo, es conveniente hacer distinciones sobre qué tipo de alianzas y con qué fines se han llevado a cabo, y sobre todo, cuál es la que le conviene al pueblo de México.
Las alianzas que llaman la atención por ahora y se ponen de ejemplo son las que celebraron PAN y PRD en los estados de Puebla, Oaxaca y Sonora para las elecciones locales recientes. Y en efecto, se le ganó al desprestigiado y corrupto PRI, pero fue en alianza con el desprestigiado y corrupto PAN, partido conservador que fue creado en su origen para contrarrestar la política popular del general Lázaro Cárdenas. ¿Entonces cuál es la diferencia de aliarse con uno u otro partido?
El gober Marín precioso y Ulises Ruiz, eran los amos de horca y cuchillo en sus respectivas entidades. Eran gobernadores tipo virreyes, amos absolutos; su voz y mando se aplicaba en la consigna porfirista: “a los opositores: encierro, destierro o entierro”. A Ulises Ruiz se le señalan decenas de muertos, emboscadas, organización de paramilitares, despojo de tierras, etc. Al gober precioso se le recuerda por los casos de pederastia y la persecución a la periodista Lydia Cacho.
En Sonora por su parte había sucedido el espantoso crimen del incendio de la guardería ABC, derivado este del contubernio de funcionarios federales y estatales, para tener en una bodega, hacinados, a decenas de niños, sin el mínimo de seguridad. La ira ciudadana contra el gobierno estatal y federal estaba muy marcada. En el incendio murieron 29 niños y muchos otros más quedaron gravemente heridos, marcados por siempre. En los tres estados era necesario el cambio, y debía de darse dicho cambio, y no precisamente a costa de cualquier cosa.
En las tres alianzas “triunfadoras” que señalamos, notoriamente ganó Elba Esther Gordillo, presidenta vitalicia del SNTE, y Felipe Calderón, quien llegó al poder por medio del oprobio, el robo y la ignominia. Chucho Ortega se fue hasta el fondo del descrédito junto con el PRD, acomodó a algunos de sus personeros. La maestra Elba puso candidato a gobernador en Puebla y en los otros estados impuso funcionarios. Punto. Elba Esther Gordillo ganó. Calderón se medio levantó de la lona, electoralmente hablando. Chucho Ortega fungió como perrillo faldero (perdón por la figura) de Elba Esther y Felipe Calderón, arrastrando tras de sí la imagen del PRD.
¿En esas alianzas vergonzantes, dónde queda el papel histórico del PRD? ¿Dónde queda el papel del PRD como defensor de los grupos vulnerables y políticas sociales de apoyo a los que menos tienen? ¿Dónde queda la izquierda, dónde quedan los ideales?
Por eso son importantes las definiciones de los partidos para las elecciones locales en el estado de México, escenario muy distinto y que, directamente, forma parte de las estrategias de los tres partidos nacionales con mayor fuerza electoral, para las elecciones presidenciales del 2012. Jesús Ortega, el ariete de Calderón, quiere hacer jugada de triple banda: ganarle a Peña Nieto haciendo mancuerna-yunta estratégica con Calderón, ganarle a López Obrador haciendo mancuerna con Marcelo Ebrard y Camacho Solís, y aparecer como el gran estratega político electoral, a costa de diluir la línea popular y la trayectoria histórica del PRD, y de paso nulificar el liderazgo de Andrés Manuel López Obrador.
¿Si de alianzas se trata, por qué el señor chucho Ortega no se alía con Obrador que son del mismo partido? ¿Por qué el chucho no hace caso al ingeniero Cárdenas que se manifiesta abiertamente contra las alianzas con el PAN? ¿Por qué se tiene que aliar con Calderón, quien como acto desesperado de gobierno, para alcanzar la legitimidad que no tiene, se ha convertido en el capo de la muerte, declarando su guerra por la legitimidad contra los narcos, a quienes ni de lejos domina, y provocando más de 35 mil muertes?
EL PRI y el PAN, son los partidos que le sirven a los intereses de Televisa, de Tv azteca, a los dueños de Bimbo, de Wal Mart, y cincuenta grandes potentados que se han adueñado de México, que no pagan impuestos y que tienen al país en la miseria, en el miedo, la incertidumbre y en la violencia. Y el operador político de ellos, brillante, fantoche y plenipotenciario, es Carlos Salinas De Gortari, émulo tropical de Don Corleone, el Padrino. Ni más ni menos.
Por eso el llamado a hombres y mujeres de izquierda, a ciudadanos sin partido que saben que la sociedad mexicana requiere de un cambio verdadero y desde abajo, a los priistas pobres, a los pequeños comerciantes y profesionistas, a las amas de casa, a los estudiantes, a campesinos y obreros, para apoyar con todas las fuerzas al Licenciado Andrés Manuel López Obrador, en su estrategia rumbo a la elección presidencial del 2012, para instaurar el proyecto alternativo de nación, del cual hablaremos en próxima colaboración.
¿Alianza con el PAN? ¡NI NUNCA!
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