jueves, 20 de diciembre de 2012

Yo los acuso




Yo los acuso, sin excepción son traidores, delincuentes vulgares. Engañaron a muchos (no a todos, no a nosotros). Usufructuarios del poder, levantaron fortuna en pocos años. Fantoches, se enseñoreaban desde el mando con vehículos nuevos y choferes. Mandaban regalos a periodistas a cargo del recurso público. Se confabularon con algunos dueños de periódicos. Son los bárbaros Atilas. Analfabetas en valores éticos, sin moral, compraron ranchos y casas a la vista de todos. Se impusieron un bono gordo en lo económico al que llamaron “de fatiga”. Negociaron compra-venta de edificios y terrenos, con ganancias particulares dañando al patrimonio público, nuestro. En la Cámara  de diputados tuvieron cómplices y socios que les aprobaron las cuentas, rufianes. El ejecutivo fue su cueva, su matriz. El poder judicial, y Contraloría, alcahuetes. Salían y entraban al estado en los aviones del gobierno o particulares en primera clase.  Robaron el dinero que debió ir a los hospitales públicos, al campo y a educación. ¿Cuántos murieron por su culpa, criminales?
Tienen nombres y apellidos. Son muy conocidos. Salían en las primeras planas de los periódicos y en las páginas de sociales, sonrientes, eufóricos, triunfadores, exultantes. También en fotos de café o restaurantes de lujo.
Fue plan premeditado, gajes del saqueo. Se les pasó la mano ladrona. Sus uñas afiladas eran de no sé qué, no de gavilán, ni águila, animales nobles. Pobres, consideran que para “ser”, necesitan “tener”, en abundancia, en exageración.
Los acuso de la miseria económica y moral del estado, producto, por supuesto, de “su” miseria interna personal. Fueron y son ejemplo de la malicia, la maña, de la burla a la ley. Son como piratas, como salteadores de caminos. Son vulgares rateros.
Pisotearon usos y costumbres, leyes y reglamentos. Pisotearon la Constitución política del estado, la que prometieron cumplir y hacer cumplir. Por mandato de Ley, demandados por incumplimiento en su toma de protesta, deberán ocupar el hotel que está frente al Fracc. Olmeca e Insurgentes. Los acuso de ladrones, no de tontos.
Recordemos que el huevo de la serpiente se engendró desde antes, en cada sexenio. Cada cual en su ruta particular del saqueo, en su curriculum. Cada quien con su trayectoria. Y algunos de ellos, camuflajeados, ahora están en primera fila presionando al gobernador electo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario