martes, 28 de junio de 2011

Contubernio para acabar con el SITET (Parte 2)




En  colaboración anterior comentábamos del contubernio para acabar con el  Sindicato de Trabajadores de la Educación de Tabasco (SITET)  por órdenes de la “maestra” Elba  Esther Gordillo Morales, presidenta vitalicia del SNTE, lo cual quedó a cargo de Andrés Granier Melo y sus funcionarios en la Secretaría de Educación (SE). De allí que desde el principio de la gestión fallida de Granier se pusieron trabas a los trámites normales de gestoría sindical a este sindicato independiente.
Al SITET no le quedó más que resistir todos los embates del gobierno y el menosprecio de los funcionarios de la SE. Fueron años intensos y lo siguen siendo. La lucha sindical se concretó ya no en buscar beneficios para el gremio, sino a no dejarse arrebatar lo que está garantizado en el contrato colectivo de trabajo. Tuvo el gobierno estatal un aliado en Diego Animas Delgado que compitió por la secretaria general en el 2007 y, habiendo perdido,  se prestó para hacer naufragar la institución sindical por varios meses. Fueron momentos de zozobra e incertidumbre, de golpeteos en todos los órdenes. La segunda elección en octubre del 2008 demostró que efectivamente había un ganador y un perdedor, que para colmo de ellos, eran los mismos que en la primera elección.
Ante tal panorama era evidente que la SE y la sección 29 del SNTE eran aliados y cómplices estratégicos. Cada funcionario de la dependencia educativa tendría que dar muestras de pertenecer al corporativo de Elba Esther. Asimismo tenían que dar muestra de lealtad a la administración Luque combatiendo con todo al SITET.
Así sucedió en la Comisión Mixta de Escalafón, en las que se dio preferencia de promociones y ascensos a miembros del SNTE; lo mismo en las direcciones administrativas de los niveles (Preescolar, Primaria y Secundarias) y en sus respectivos departamentos, con órdenes directas de Miguelito Ramírez Frías, quien se ostenta orondo como poder tras el trono, y argumenta que son “órdenes de la jefa”. La orden era y es no dejar pasar nada al SITET y debilitar con trabas en gestoría a sus delegados y comité estatal ejecutivo.
Con esta actitud muestran que no les importa la educación, los planes de estudio, las escuelas, ni el aprendizaje. El interés está centrado en dos cosas. Una, en cumplirle a Elba Esther el sueño de acabar con el SITET a costa de lo que sea. Creían que ante las trabas diarias, que ante los embates, embustes y calumnias en cierta prensa, los afiliados a este sindicato correrían para regresarse a la inmóvil sección 29 del SNTE; lo cual no ocurrió; y dos, a costa de lo que sea también (incluyendo el desprestigio de la educación) posicionar a Rosa Beatriz Luque como puntera para una diputación local vía plurinominal. Así que en estos dos empeños ocupan sus pensamientos, su tiempo y es presumible que los recursos de la SE.
Los “asesores” de la secretaria de Educación, maestra Luque,  no tomaron en cuenta que los trabajadores de la educación tienen una historia sindical y están conscientes que agrupados tienen mayores posibilidades de defender las prestaciones económicas y sociales históricas: aguinaldo, vacaciones, derecho a la salud, fondos de retiro, jubilación, etcétera, préstamos personales y de vivienda, mejores condiciones en su área de trabajo. Para eso fueron creados los sindicatos. No para defender profesores faltistas.  
Y asimismo no tomaron en cuenta que no pueden quitar legitimización a la lucha sindical en tanto el ISSET y el ISSSTE, dependencias, estatal y federal, respectivamente, se encuentren en una situación económica que limita sus deberes constitucionales para con los trabajadores respectivos. Y que indudablemente en el caso del ISSET hay elementos que permiten concluir que las distintas administraciones de la misma, han incurrido en omisiones o en robos directos de su patrimonio. Por lo cual tienen a la dependencia sin fondos para la atención de los trabajadores al servicio del estado. De allí que sean los sindicatos los responsables de exigir cuentas al gobierno del estado sobre el funcionamiento de dicha institución. Y por lo pronto deben hacerse auditorías, antes que buscar cooptar a los cooptables dirigentes sindicales para que les autoricen aumento de cuotas a los trabajadores.
Para el ISSET son estorbo y molestia los enfermos, los derechohabientes, los que solicitan préstamos y los que piden su fondo de retiro, cuando precisamente para eso fue fundada esa institución; y para eso le aportan cuotas el gobierno del estado y los trabajadores.
En el resto del trienio vamos a ver los actos desesperados que realizará el gobierno del estado y la SE  para cumplir con sus despropósitos.  Peores cosas “veredes”, amigo lector.

lunes, 20 de junio de 2011

Contubernio para acabar con el SITET

  
(Parte uno)

Para propios y extraños no es sorpresa el movimiento del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Educación de Tabasco (SITET). Primero porque busca diferenciarse de su similar sección 29 del SNTE y, como consecuencia de esto, ganar adeptos. Por otro lado no está en discusión la aspiración de Beatriz Luque, Roger Arias y del mismo Pedro Estrada Almeida de ocupar puestos de representación popular.
Los tres son militantes del PRI (Pedro en su variante de PANAL) y están en ejercicio pleno de sus derechos. Y serán entonces sus propios agremiados o partido quienes les aplaudan o injurien sus pretensiones de utilizar la representación sindical para buscarse cobijo electoral. Y será la opinión pública la que recrimine a Luque el uso electoral que le continúe dando a la Secretaría de Educación (SE).
En ese marco se entiende la renuncia del Profr. Santana Magaña Izquierdo a la Subsecretaría de educación básica; y la actitud de ministerio público del representante de Elba Esther Gordillo en el estado, Pedro Estrada Almeida.
Desde el inicio de su gestión fallida, Granier Melo recibió de la Gordillo la orden de desaparecer al SITET. Ante tal situación los funcionarios de la SE, abierta y descaradamente unos, otros de manera encubierta, minimizaban y obstaculizaban el trabajo gremial de este sindicato independiente, y lanzaban de manera sistemática una guerra sucia contra su secretario general. Múltiples portadas de los periódicos beneficiarios del régimen dan testimonio de estos hechos.
A cada trabajador del SITET que requería un trámite, buscaba un ascenso, cambio de adscripción o se le presentaba un problema, sus jefes inmediatos le decían que sería más fácil si se cambiaban de sindicato. Hasta algunas secretarias tenían los formatos de solicitud del SNTE. Específicamente en la Dirección de Secundarias, pero también en otras.
La administración de la SE otorga facilidades al SNTE y pone trabas al SITET en sus relaciones sindicales. La parcialidad de trato, es lo que tiene a la educación de cabeza, en pésimos lugares, e inconformes  a los trabajadores de la educación. Porque además esa parcialidad está supeditada a los intereses políticos coincidentes entre el dirigente gordillista y la titular de la SE.
Cuando a Granier Melo  se le ocurrió la gracejada hace dos semanas de clamar que no se hiciera política desde la SE, a muchos nos dio pena ajena cuando a todas luces la pretensión de la maestra Luque de pasar a la cámara local con una diputación plurinominal tiene en un marasmo a los jefes de área y directores. Muchos de ellos, hartos por las presiones que reciben para supeditar sus funciones al trabajo de partido, lo comentan, lo denuncian. Otros, lacayos e irresponsables, las realizan con beneplácito y hasta orgullosos.
O Granier sabe que la SE está siendo utilizada con fines partidistas o realmente no lo sabe. En ambos casos queda mal. Cínico, mentiroso o tonto.
En este contexto, de uso faccioso de las instituciones, era mejor la salida del Profr. Santana Magaña Izquierdo, quien con su experiencia real y su real o aparente institucionalidad, le daba forma a la autoridad de la SE; el permanecer en la Subsecretaría le hacía formar parte del descrédito de la presente administración. Miguel Ramírez Frías, quien siempre se ostentó como el poder tras el trono en la SE, a sus espaldas se burlaba de él, lo hacía quedar mal o peor; a Santana se le encomendaba enfrentar los problemas, conciliar con padres de familia y sindicatos. Lo que los lacayos incendiaban, a Santana le tocaba ir de apagafuegos.
Y si la orden de la Gordillo Morales era desaparecer al SITET, la tarea le quedó a la administración de la SE, liderada por Miguelito Ramírez Frías. Como los meses y años han pasado y no lo lograron, y ante la incapacidad de ellos, la Gordillo echó manos de Estrada Almeida.
Orgulloso de su papel de esquirol magisterial, Pedro Estrada salió a la palestra la semana pasada para asumir el papel de ministerio público y mostró documentos donde denunció que desde la SE solapan al SITET, justificando las inasistencias a los centros de trabajo por las marchas. Y cierto es que la SE tiene el acuerdo de justificar las inasistencias por trabajo sindical, tanto al SITET como al SNTE.
Además  coincide Pedro Estrada con Bety Luque en sus pretensiones políticas panal-priistas. Y coinciden en querer acabar con el SITET. Pero el muerto que quieren matar, goza de cabal salud. La marcha del viernes 17 así lo muestra, en la que hasta miembros del SNTE participaron. Y Pedro pedirá que a sus agremiados les descuenten la inasistencia.