domingo, 29 de mayo de 2011

La voz de Domingo, voz de muchos


Han pasado algunos años desde que Domingo Alejandro Luciano llegó al taller literario que coordino, y que en ese entonces se efectuaba en la biblioteca del municipio de Nacajuca, aquí cerca, como a 25 kilómetros. En esa ocasión, ese primer sábado, en la plática construimos una visión de futuro que él ha ido concretando, paso a paso, entre su asistencia a nuevos talleres, viajes por carretera o por aire, hoteles, lecturas públicas, mesas redondas y nuevos amigos de un lado y otro de la geografía nacional. Seguramente el camino no ha sido fácil. Y a veces no ha habido camino, sino había que hacerlo. Él se ha encontrado con piedras, espinas, vicisitudes, pero ha enfrentado el trabajo de escribir con sonrisa siempre, aunque el destino del que escribe sea siempre incierto.
Hoy es uno de esos días que Domingo soñó y es realidad. Tengo a bien presentar un libro suyo de poemas con el nombre de El sueño y la muerte, edición bilingüe, español-yoko´tan. En este libro el escritor explaya su sentir y su visión del mundo de una forma poética, en el cual se escuchan voces de sus antepasados y voces de los que vienen presagiando el futuro de su pueblo Yokotán.
Los poemas que componen este libro son de aliento preciso, que se manifiesta en poemas breves, y en otras ocasiones en poemas menos breves, de doce a 20 versos. Cada uno de ellos escrito con el corazón, el alma, el sentimiento. Cada uno de ellos producto de la mirada, de la contemplación, del ensueño, de la memoria.
Su libro de poemas es tradición en el sentido amplio y gozoso del término. Es palabra construida, son hechos, son hilvanaciones a contracorriente. Es la mirada apacible del hombre que observa, que recuerda, que bosqueja sus sueños, que dialoga con su gente, mostrando la belleza de la vida y la alegría del vivir. Es la alegría de sombrearse bajo una gran ceiba y escuchar La palabra de sus mayores, palabra mayúscula. Y es la alegría de decir la palabra para que la escuchen las nuevas generaciones.
Esta alegría le hace ver también a la muerte, cara a cara, sin bajar la vista, sino consignando el hecho, la muerte viva, la muerte en sueños y la sangre que fluye del río hacia la mar, como imagen del fin. En sus poemas está presente la muerte, la altiva, la poderosa, la que nos acompaña a todas partes, la que juega con nosotros, de quien escapamos en el juego, pero que inevitablemente nos abre los brazos en espero del fin de nuestro destino terrenal. Quiero decir que en sus poemas hay demasiada vida, por eso también no elude a la muerte.
Dice en la conclusión del poema Breviarios de la muerte:

La muerte
pinta en el muro de mi casa
breviarios de silencios..

Esta alegría por la vida le hace sentir y hacer sentir el viento en sus poemas, el viento indómito, suave como brisa, huracanado, siempre presente en todas partes. Imagino a Domingo cuando niño sacando el brazo del autobús para sentir el viento, y observar cómo el brazo surca el viento, y el niño iba con la sonrisa plena, consciente del goce de sentirlo.
Hay varios animales recurrentes en su obra. Entre ellos el tecolote y el colibrí. Ambos tienen el significado alegórico de representar la naturaleza viva, en el día y la noche, ambos significativos, porque son testigos, a la vez que protagonistas, del diario existir.
“…Cuando yo muera
esconderé mi pensamiento
a los pies enormes de la Ceiba
para que la escuchen de noche
con el murmullo de los Tecolotes”
Otro de los elementos  que no puede faltar en toda obra es “la tierra”, como madre de todos, como casa y sustento, como madre todopoderosa que nos abarca y a la que regresamos sin duda en el fin de nuestra existencia.
Hay un poema sobre  la muerte de La abuela, terrenal y mítica sobreviviente de todas las edades, tanto de ella misma, como los de sus padres y abuelos; así como los hijos que tuvo y los nietos. Cada uno de ellos tendrá la imagen que rescata Domingo en el andar de la abuela, en sus quehaceres diarios, en sus delirios, en sus enojos y sueños, en los deseos de bienaventuranza para sus descendientes.

Todos los elementos que aparecen significativamente en los poemas de Domingo Alejandro -sueños, luz, silencios, corazón- y precisamente en este libro, nos indican que Domingo Alejandro va bien, que sigue bien y que seguramente sigue escribiendo para darle sentido a su existencia y la de quienes le rodean.
Para terminar quiero destacar que cuando un poeta habla, no lo hace para sí mismo, sino que se convierte en la voz de su raza, de su pueblo, de su cultura. Este libro que hoy presentamos, de Domingo Alejandro Luciano, es la voz de todo un pueblo que clama por la vida, por la naturaleza, por el bien vivir de los hombres.

Villahermosa, Tabasco; mayo de 2011

lunes, 9 de mayo de 2011

Marcha ciudadana, ira y esperanza



I.- Exasperación puede ser la palabra. Hay también sensación de impotencia. Nos preguntamos cuándo nos toca a nosotros. Y si ya nos tocó, preguntarnos cuándo nos volverá a tocar. Es incertidumbre también. Es pesar; es rabia; es coraje;  ira contenida. Y las palabras son asalto, secuestro, asesinato. Pero es también fuerza y alegría por vivir. Es firme esperanza y plena seguridad que la situación actual tiene que cambiar. Que no es destino fatal. Ese es el sentido de la marcha del domingo pasado.
 Sumadas las imágenes de la década anterior y esta que inicia, nos da una panorámica del horror y terror en el país. Antes eran noticias de asesinatos y secuestros “lejanos” y hechos “aislados”. Lo creímos así por causa de los medios de comunicación prostituidos, que muestran la parte rosa de la vida, la parte ligera, la parte de los chistes, de la vida privada de sus artistas, del nacimiento del nuevo oso panda de Chapultepec.
II.- El trayecto de la marcha fue simbólico: de la estatua El deportista, que se ubica en frente de la zona militar, a la procuraduría de justicia local. Los organizadores ofrecieron pintar las palabras “paz” y “shhht” en las manos. No eran muchos por cierto, apenas alrededor de 200 personas de blanco. El motivo era hacer sentir la fuerza del silencio y se tradujera en un ¡ya basta de sangre!, ¡no más violencia” y ¡¡estamos hasta la madre!!.
Al inicio, en el momento de desdoblar la gran manta con la leyenda Marcha nacional; Tabasco por la paz; ¡Estamos hasta la madre!, una de las organizadoras invitó a que esa manta la llevaran los familiares de las víctimas o víctimas ellas mismas. Varias manos se alzaron con el respectivo “yo”, para tomar su lugar. Víctimas de secuestros, de brutales asesinatos, de robos a casa habitación. Y fueron al frente.
III.- Las imágenes del horror estaban instaladas ya en nosotros. Era la matanza de Aguasblancas, Guerrero (28 de julio de 2995), y la de Acteal, en Chiapas (22 de diciembre de 1997). Por nombrar sólo algunas entre muchas. Era la forma de gobernar en todos los puntos cardinales, en los que el ciudadano pasaba a tercer término y en el que se utilizaban, con cualquier pretexto,  paramilitares contra la población. Y los muertos eran “enemigos”, “opositores”, o “cuatreros” que morían en “pleitos de cantina”, o “pasionales”. Y nos consolábamos: “ah, bueno, pensé que los mataban por estar criticando al gobierno”. Y dormíamos mejor, a pierna suelta, la conciencia adormecida.
Era también el tráfico de menores, de migrantes y de mujeres. Eran fraudes electorales como el de 1988 y el del 2006. Eran los teletones de televisa en los que se exprimía (exprime) el sentimiento de la gente, cuyas donaciones públicas las utiliza la televisora para subsidiar sus propios impuestos. Era el Norte bronco (Cd. Juárez, Reynosa, Tijuana, mi Matamoros querido) en el que había enfrentamientos cotidianos entre “ladrones oficiales y no oficiales”. Eran los fraudes bancarios y el Fobaproa. Los peculados. Era la resignación en el aceptar y reír (contra uno mismo) con la frase cínica de “el que no tranza no avanza”. Fue así cómo les dejamos las riendas de la banca nacional  a los ladrones de cuello blanco con residencias de reyes en fraccionamientos exclusivos, a quienes mirábamos extasiados en las exclusivas páginas de sociales. Y que manejaran con ese enfoque el país.
IV.- “¿Quién le invitó a la marcha?” “Un amigo me mandó un mensaje por el mail”.  “Yo vi el anuncio en el face”. “Yo en mi tienda invitaba a los clientes. Unos me decían que el domingo no, que es para descansar”. Y poco a poco iban llegando con el ánimo al frente, con la sonrisa de satisfacción, cumpliendo con el deber ciudadano.
Este domingo cívico una niña pinta leyendas en la playera de una persona adulta. Un niño orgulloso posa para los fotógrafos con las manos abiertas y en ellas la palabra “paz”. Una ancianita tiene cubierta la boca con gasa y cinta canela.
V.- Nos acostumbramos al robo en el gobierno. Les dijimos: “bueno, que robe, pero que haga obra”. Y al escuchar eso, el gobernante en turno sintió tener el permiso ya en el inconsciente colectivo para robarse hasta los sanitarios, el papel higiénico y los lavabos de la presidencia. Tal fue el latrocinio de los funcionarios de manera abierta, de manera cínica. Muchos, la mayoría no relacionan, que ser indiferentes en el robo de una elección constitucional (y muchos que le ayudan vendiendo o comprando votos) lo que hacíamos era dejarle a los futuros gobernantes las arcas municipales, estatales o nacionales, abiertas para el vil y pornográfico saqueo.
Luego nos enterábamos de asaltos bancarios, a casa habitación, a escolares al salir de la escuela. Y como no nos tocaba a nosotros ni a gente cercana, no nos importaba. Hasta que nos tocó a nosotros.
Recordemos que nos cayó como balde de agua fría el incendio en la guardería ABC de Sonora. Lo mismo nos cayeron las muchas matanzas de jóvenes en discotecas, variando el número de ocho, doce, quince, veinticinco muertos. Y a diario iban siendo asesinadas mujeres en ciudad Juárez. Y luego nos alcanzó la noticia de los migrantes asesinados en San Fernando, Tamaulipas y encontrados en fosas comunes. Y luego otras fosas más en Durango. Y las fosas por descubrir que deben ser muchas. Y no hicimos ni dijimos nada.
Reconozcamos, y que no se nos olvide, que televisa y teveazteca nos muestran sucesos en Libia, Irak, Irán, Sri Lanka, los dichos del presidente de Venezuela, la pobreza y antidemocracia en Cuba; la boda de los “ninis” Kate con Guillermo; y la beatificación de Juan Pablo; más sin embargo lo que sucede alrededor de nosotros o bien es ocultado o minimizado y a otra cosa mariposa.
VI.- La marcha ciudadana del domingo 8 es todo un acontecimiento. Es parte del despertar ciudadano. Todos callados, se sentía el estruendo del silencio para hacerlo unir a otros silencios de las marchas en otras ciudades, en concordancia con la que iba en ese momento rumbo al zócalo de la ciudad de México; solidarios con todas las miles y miles de  víctimas y sus familiares; con Javier Sicilia, poeta doloroso y adolorido.
VII.-  Aquí en Villahermosa cayó el Doctor Padrón Magaña  el 4 de mayo pasado abatido a balazos. Antes acabaron con la vida de Pepe Fuentes Esperón y su familia (7 de septiembre de 2009). Asaltaron tu casa –lector- o la del vecino. Y escuchamos de asaltos en las colonias de la ciudad, de mañana o noche; asaltos en los supermercados y los bancos. Escuchamos de secuestros y la forma como se llevó a cabo y especulamos por el monto del rescate. Y empezamos a sentir temor, miedo, pesadumbre, ira, impotencia.
VIII.- Todo lo anterior -y más- iba pensando en la marcha del domingo; en mi mente juntaba todas esas piezas del rompecabezas nacional mientras miraba rostros con la expresión de pesadumbre y esperanza. Rostros que han llorado y que son valientes, aún algunos con las gafas negras y sombreros hundidos. Pero allí estaban sumando su uno a los unos que iban junto con ellos.
Terminó la marcha con una lectura frente a la PGJ sobre las razones de por qué estamos hasta la madre del derramamiento de sangre. De allí se dispersaron todos a seguir la diaria vida con una mirada distinta, esperanzadora de que sean más, cientos y miles de más, quienes en Tabasco levanten la voz o el silencio. Más que caminen. Más que abran los ojos. En todas partes, en todos los lugares, en todas las clases sociales, en todos los templos, en todas las escuelas, en todos los barrios, en los suburbios y zonas residenciales.
Esa es la esperanza. 

martes, 3 de mayo de 2011

Numeralia del desastre en Tabasco




Tres mil personas sin trabajo de un día para otro es un golpe muy fuerte para la sociedad. Son tres mil familias afectadas, además de la cantidad de compañeros de trabajo, amigos y vecinos, y los familiares de segundo y tercer grado (tíos, primos, abuelos), todos ellos solidarios con cada despedido. Entonces por cada trabajador cesado podrían considerarse un promedio de 24 personas afectadas, o sensibles, en solidaridad, con los cesantes. Estaríamos hablando entonces de un número aproximado de arriba de 72 mil personas en total por este inhumano hecho. Por supuesto que es una suma arbitraria, pero es un ejercicio simple.
Y no son sólo esta cantidad de despedidos por la inteligente y visionaria idea del gobierno de Granier que impuso la reingeniería administrativa. En otras áreas se dieron recortes de personal, al igual que en el sector privado. Según datos del INEGI del año 2010, hubo un aumento en la población desempleada en nuestra entidad (y en el país). Se considera (aparte los de la reingeniería) una cantidad de 14 mil trabajadores tabasqueños que fueron echados a la calle, laboralmente hablando. Multiplicados estos por los 24 solidarios, estaríamos ante 336 mil personas, que sumadas a la cantidad  anterior de 72 mil, nos da una suma de 408 mil personas.
Vamos ahora a las personas afectadas por las inundaciones. Según datos de la prensa local, se puede señalar como cantidad mayor los de 2007: Un millón de personas que perdieron parcial o totalmente sus bienes. Es de suponer también que los ahora desempleados muchos de ellos también se inundaron, y que muchos de ese millón se volvieron a inundar en 2009. Entonces ni más ni menos tenemos una población entre desempleados (reitero más sus solidarios conocidos y familiares) y afectados por la inundación de entre 1 millón  y 1 millón 408 mil personas.
También podemos considerar a quienes les engañaron en campaña con la ayuda del programa “Te da más”, y luego se la quitaron: los de la tercera edad, de capacidades diferentes y madres solteras (ayuda para sus hijos, pues).
Luego podemos considerar que esta cifra aumente más con los afectados por los altos cobros de la CFE; tanto los que están en resistencia civil (aproximadamente 300 mil familias) como los que deben pero no están en ese movimiento de resistencia motivado por el PRD en 1995. Y por supuesto los que pueden pagar, pero se dan cuenta que son muy altos los cobros, y que les afecta en su economía, y que podrían estar “encobronados”.
Están también los estudiantes que serán rechazados por la UJAT y otros centros de educación superior. Una buena cantidad como de 1500 jóvenes serán afectados por el rechazo y junto a ellos, sus familias. Además de una cantidad importante que no presentarán examen por no contar con los 750 pesos de la ficha para presentar solamente el examen.
Ah, y me olvidaba de quienes defendieron y defienden la arboleda  de nuestro estado, y se sienten agraviados por la tala de las hermosas ceibas, tamarindos, guayacanes, flor de oro, entre otros,  de Ciudad industrial-Indeco. 
Ojo, partidos de oposición: son muchas las personas afectadas, humilladas, agraviadas, cantidad suficiente para, organizados, dar un golpe de rumbo al estado de Tabasco.  Aunque bien sabemos que los peces abisales tienen ojos pero no ven, pues habitan en las profundidades de los océanos, a donde la luz no llega.