Ubiquémonos en tres puntos de la ciudad: Paseo Tabasco casi llegando a Ruiz Cortines; Plaza de armas, en el corazón de Villahermosa; y el camellón de Zona industrial e INDECO.
En el primer punto destaca por mucho y desde hace tiempo la floración de maculis y guayacán. Vemos en abril y mayo a cientos de personas a diario, nacionales y extranjeros, con cámaras de todo tipo tomando la imagen de la primavera en Villahermosa. Hasta la comparan con las fotografías de los cerezos rosa de Japón. Un buen día le aconsejaron a Jesús Alí, presidente municipal de Centro (municipio donde la cabecera es Villahermosa) una obra que deja dinero a la constructora y el diezmo correspondiente a los funcionarios de Obras públicas, que aseguran algunos que subió al 20%, e inician una obra que es como un muro que tapa la vista a la proyección y visión de quienes planearon la esplendente maquinación de la naturaleza en sus amarillos con rosa. La construcción es un puente que conduce de una parte a otra de la Laguna de las Ilusiones, atravesando el Paseo Tabasco. A ninguno que intentara embellecer la ciudad podría ocurrírsele esa obra de la nada para la nada.
El segundo punto es Plaza de armas. Millones de pesos asignados a una empresa para remodelar ese centro político del estado. Levantarán concreto para implantar concreto. Levantarán bancas para poner bancas. Derribarán árboles para importar palmeras cubanas. Se mirará bonita Plaza de armas, sin duda. Pero también nadie duda que es con el fin de meter lana, para sacar lana en las obras de relumbrón, las que dejan dinero y hacen ver bonita la imagen de la ciudad, aunque en los hechos no sirvan para mejor cosa las inversiones, como sí lo serían tractores en los campos, semilla mejorada, pavimentación de calles, drenaje, mejoramiento de caminos rurales, inversiones en proyectos de animales de traspatio y hortalizas familiares, equipamiento de centros escolares, etc.
El otro punto es INDECO-Industrial. Cuenta una señora que vio crecer los árboles. Que acarreaba agua para regarlos. Que los turistas que pasan por allí no olvidan la arboleda. Que un médico norteño conoció hace años este maravilloso conjunto de árboles y al enterarse que los van a cortar manifestó que era una “verdadera estupidez de un gobierno rupestre, prehistórico y estúpido”.
Ese es el plan. Con la consabida estrangulación vial que se suscita a cualquier hora en ese punto, los constructores en contubernio con funcionarios se afilaron las uñas y plantearon resolver esa vialidad tumbando los árboles y haciendo ocho carriles para que entren las máquinas a la ciudad de Villahermosa en menos tiempo. Al salir del silencio y el estupor un grupo de ciudadanos que levantan la voz, plantean que hay alternativas; y los asesores de Jesús Alí, para engañar a la gente, les han endilgado la calumnia de que están en contra de la obra de distribución vial. Con tal mentira han llamado a sus delegados municipales a sueldo para enfrentarlos a los niños, jóvenes y adultos que defienden la obra y a los árboles. Jesús Alí será responsable de las pasiones que se desborden. A los niños en las escuelas les enseñamos a sembrar y cuidar los árboles. Y ahora los delegados irracionales (que no lo son todos) son llamados para insultarlos y paraa quitar los cartelones que con mucha esperanza los jóvenes pegan en los árboles para pedir que no los talen. Aplasta Alí con ese acto a los niños y jóvenes; contradice sus discursos el mandar a los delegados municipales como hordas contra quienes defienden la vida.
Las obras de relumbrón, los armatostes, y la tala de árboles no sirve más que para sacar dinero de las arcas públicas con justificación.
Un servidor está a favor de la obra de distribución vial en INDECO-Ciudad industrial, pero en contra de que se talen los árboles. Ya me imagino a los defeños si les intentan talar los árboles de la Alameda central para construir planchas de concreto o nuevas vialidades.
Recapacite, Jesús Alí. Yo creo que sí puede.