domingo, 27 de enero de 2013

La vorágine tabasqueña



Tabasco vive en una vorágine desde el 1 de julio. El resultado electoral de ese día a favor de los candidatos del PRD-PT-MC en alianza puso a temblar a más de muchos y a fincar esperanza desproporcionada a otro tanto de la población tabasqueña.
Durante los seis meses del interregno –comprendido entre el 2 de julio y el 1 de enero de este año- se comentó en todos los corrillos posibles las posibilidades de integración del gabinete estatal. Y hasta apuestas hubo. 
Hay quienes se desgarran las vestiduras indignados por algunos nombres polémicos que finalmente quedaron. Y hay quienes aplauden la mayoría de nombres. Un conjunto de hombres y mujeres que tienen la responsabilidad de trabajar con denuedo por el cambio verdadero.
Más aún, también hay quienes sopesan los nombramientos para definir qué grupo político quedó con más o menos posiciones políticas entre la Pino Suárez, el PRD, PT, PAN, Verde, Morena, MC, PRI y los del régimen anterior, del cual han quedado algunas ratificaciones.
Asimismo los despidos normales de los trabajadores del cuerpo burocrático, genera otro tipo de conflicto, en virtud que muchos de ellos, con años de antigüedad en su función, apoyaron la campaña del cambio verdadero, lo cual materializado en despido es un acto de injusticia. Y otros que, siempre orgullosos defensores del régimen de corrupción, ahora dicen, camuflajeados, que siempre han apoyado al cambio democrático y presionaron para ser nombrados o presionan para ser ratificados.
Los tabasqueños vivimos en una vorágine. Parte de ella es el aprendizaje de cómo comportarse en la derrota y en el triunfo electorales. Los que perdieron la elección, insertados ellos en la burocracia media y alta, se comportan en sus relaciones de trabajo como si todo siguiera igual. Y quienes ganaron, están en un proceso de aprendizaje, errático en varios casos, con duda en otros, lo cual es normal, porque siempre llevaban la derrota electoral a cuestas. 
Lo cierto es más que evidente: el pueblo de Tabasco, entre la mezcla del hartazgo y la esperanza, entre la ideología y el pragmatismo, votó para sacar al PRI del gobierno, calificado éste como un sinónimo o pleonasmo del cinismo, la corrupción y el saqueo. No votó para que en el cambio esperado se cambie solamente de nombres para que todo siga igual.
Por eso ha dicho el Lic. Arturo Núñez: necesitamos de la unidad, porque cuando empiece a “pisar callos”, habrá reacciones a las que debemos enfrentar con la unidad de gobierno, partidos de izquierda y ciudadanos sin partido.
A menos de un mes del inicio del nuevo gobierno, saludamos con gusto todas las decisiones que tienen que ver con el desmantelamiento de la red de complicidades que están en todas partes del gobierno y fuera de él en los grupos de presión, que fueron las columnas que sostenían al anterior régimen.
Y alertamos que viene una andanada de los medios de comunicación que fueron beneficiados en los anteriores regímenes, cuando se den cuenta, en los hechos, que no les llegará las carretadas de billetes por manejar la información sesgada a favor del gobierno y en contra de la oposición.
El pueblo de Tabasco requiere que todos nos pongamos a trabajar en este nuevo marco político.

Mil veces es preferible esta vorágine, que trae incertidumbre y caos, producto del triunfo e inicio del gobierno electo por la mayoría de tabasqueños, que el continuismo en el poder de los mismos de siempre, que nos heredó desastre, pero nunca el desánimo, ni acabó con la esperanza.